tonYerik |
He encendido la luz negra y las cortinas transparentes y blancas se han iluminado como un neón azulado y brillante y toda mi piel se ve negra casi como el resto de la atmósfera que me rodea. Hace mucho frío. Me acurruco en mi hamaca y hundo mi cabeza en el respaldo acolchado que la corona al tiempo que me arropo con la manta y me arrimo al brasero cuya luz vibra al son que el gas o quizás el aire le toca a las pequeñas llamas que como mil velas mueven las sombras. Y te echo de menos y sueño que me rodeas con los brazos y me besas suavemente casi sin tocar mis labios. Y que me dices cosas bonitas como que me quieres... O....
Cierro mis ojos y veo los tuyos como aquella vez en que la luz incidía en ellos directa y los volvía de un marrón clarisimo casi transparente.
Vuelvo a la realidad y ahora ya acostado a tu lado. Duermes ya hace horas. Me quedo boca arriba mirando las luces, lineas paralelas, que se cuelan desde el exterior a través de la persiana que las proyecta en el techo junto a la hora digital de color rojo del despertador.
Gruñes en sueños...
Y sin despertar. Te volteas abrazándote a mi. Y yo, no se a quien sueñas abrazar