tony

Empezó como todos, porque mis días empiezan todos igual.

Mas tarde comenzó a enderezarse un poco, por la calle me paro el mensajero que montado en su camioneta me dijo entre el ruido del motor que tenia un libro para mi. He de reconocer que eso solo, ya enderezo el día por completo a pesar...

Si porque el día no es que estuviera como para tirar cohetes me imagino que por eso se me vino a la mente esta imagen.

Pero no que va... Se desvaneció completamente cuando horas mas tarde se presento en la oficina con mi libro que esperaba con impaciencia desde hacia días. Y desenvolviéndolo a toda prisa la imagen de la portada me devolvió cierta tranquilidad.

Luego ya cuando la tarde se iba y después de dejar el hospital decidí que no volvería a casa inmediatamente. Por eso siempre contra el sol conduje a través de las calles hacia el oeste.

Parece una imagen idílica, pensé, hasta me recordaba cierta escena de la película "Soy leyenda" que por cierto no tiene nada de idílica. No, porque como en la película no lo es en absoluto, por eso lo del desenfoque. Hay un cable que cruza la calle...

Tome la esquina a la izquierda y seguí por esta otra que hace un giro de noventa grados y otro cable... También fotografía desenfocada, pero en esta el sol no impide ver lo que cuelga como en la anterior del cale que la cruza. Si claro... "dos zapatos colgando" Nada idílico ¿verdad? No se por que deberían significar lo que significan. Pero claro todos los negocios tienen su luminoso, o al menos su cartel.

Al final me aleje de allí después de haber rodeado de nuevo las dos calles salir del circulo vicioso y dirigirme a la ultima calle que lleva al oeste y que al final de ella me conduciría al este ya siempre sin perder el asfalto.

Y volver a casa.

Tony

Como decía Sisa en una de sus canciones: "cualquier noche puede salir el sol" y ahora que vienen esas magnificas noches de verano clarisimas donde puedes tirarte sobre un cancho y mirando boca arriba perderte en la Vía Láctea durante toda ella, puedes creer eso o cualquier otra cosa, porque la imaginación al fin y al cabo es lo único de verdad totalmente libre que tenemos. Y si una vez Phil Spector consiguió meterles violines (en su famoso muro de sonido) a los mismisimos Ramones. Pues ¿por que no va a salir por ejemplo en una de ellas el sol?

No cabe duda de que soy un romántico empedernido por eso me he ido a mi discoteca de plásticos embadurnados de negro de humo y he rescatado ese "End of the century" que les produjo el monstruo y he plantado esa canción de las Ronnetes que suena de fondo.

Lastima que no la pueda oír aquí hoy aquella persona. . . Espero que muchas otras la compartan conmigo esta noche aun toda vía de San Juan.

Y que las notas no se extingan y se pierdan en la inmensidad de esa maravillosa Vía Láctea.

Me veo paseando cualquiera de aquellas noches de verano hacia la luna. Entonces en las radios sonaba esa canción y era la banda sonora precisa en ese decorado. Y como hoy fue la noche mas larga.

¡Joer que han pasado años de esta canción...!

y Yo...

Son las 2:32 de la madrugada no tengo muchas ganas de ir a dormir, llevo tres días que me cuesta. Despierto de madrugada y luego me es difícil volver a conciliar el sueño. Es noche de sábado a domingo y acabo de llegar de la calle así es que tampoco tengo ninguna prisa. Ojeo el coleccionable de arte del periódico de hoy y hacen la critica de un libro. No suelo comprarlos por estas criticas, pero con este me ha ocurrido igual que aquella vez en Madrid una mañana del mes de julio del 78 mientras esperaba un tren procedente de París que no acababa de llegar desde el día señalado. Compre un periódico y leí una critica sobre un libro que al final acabe comprando. Me costo conseguirlo pero al fin lo hice y no me defraudo. Creo que con este me ocurrirá algo parecido, porque he sentido el mismo cosquilleo que aquella vez aunque el escenario y las circunstancias no son en absoluto parecidas.

He salido fuera y noto a pesar de esta camisa de tela tupida el fresco de la noche. Pero me quedo embobado contemplando la luna mecerse entre las ramas o así parece aunque sean estas ultimas las que bailan al son que les marca el viento.

Corro y tras la ventana pongo en el giradiscos el fragmento que marca el C D como muerte de Isolda, y me vienen a la mente las imagenes en blanco y negro de Rebeca, aquel cartel colgado a la entrada del cine que ya no existe en que se veía la silueta de Rebeca. E imagenes mezcladas de la película con otras ¿quizás en color? no se ahora que decir, lo que es seguro es que no podría jurarlo. Así pasan minutos de música intensa que siempre acaba llevándome a cierta parte de esa película y a cierta cara de mujer hermosa esta si en color aunque ya descolorido por el tiempo.

Siento frió de pronto nuevamente. Minuto 4'34" del track donde los violines van poniéndome cada vez mas los pelillos del antebrazo de punta. ¿O es el frío de la noche? ¿O es quizás el recuerdo de aquella joven muerta? que mas bien parecía dormida placidamente con sus mejillas aun con un puntito de rubor antes del temido brillo de cera que poco a poco se avecina.

Lo cierto es que cuando pintaba y no era capaz de pillar la inspiración porque no estaba lo bastante jodido para soltar una pincelada minimamente exitosa ponía este disco y entonces fluía la pintura como en los mejores tiempos en que me acompañaba mi musa particular. Era algo artificial pero en ausencia de mi musa muerta hacia las veces con creces.

Porque no me gusta la compañía del alcohol que bien podía ser un sucedáneo.

La música, esta música, y no me digan que no es para soltar alguna lágrima, consigue el mismo efecto y sin contraindicaciones.

Y ya me fui por los cerros de Ubeda....

Cosas de la noche esplendida, de esa luna maravillosa de las mil y una noches y de sobre todo la empanada mental que me lleva en brazos.

He leído hace un rato que esta noche sera en la que a lo largo de todo este siglo XXI, la luna estara en el lugar mas alto, posiblemente yo a las tres y media de la madrugada no este mirándola pero quizás sueñe con ella. (Ella)

Que no pare la música y no se acabe esta noche...

Tuve que viajar esta mañana a otra ciudad y al pasar delante de un escaparate. Ahí estaba. Un vinilo, solitario entre montones e DVD's y CD's y como es raro encontrar esas cosas en esa tienda, ni me lo pensé dos veces y entre mas casi por la curiosidad. Hacia unos meses que no compraba ningún disco de vinilo. Y de pronto este, nuevo recién salido, calentito, y ¡oh sorpresa! pesaba mucho, como aquellos de antes de la crisis del petróleo, aquella que los redujo al grosor casi de un papel de fumar o como mucho a un barquillo, que se alabeaban por nada y la cabeza fonocaptora del tocadiscos parecía que había ido a las montañas rusas.

El disco es lo de menos, pero menos porque es muy bueno aunque se trata de una grabación antigua reeditada para una colección. Después ya con el en mi poder, seguí buscando en alguna otra de esas tienditas pequeñas en que suelen haber las cosas mas insospechadas junto a otras de lo mas estándar, y me traje una preciosa cajita de cristales labrados engarzados para formarla, por latón trabajado con mucho gusto. Otro enredo como dice MR para mi colección de cachivaches. Y el caso es que tiene razón pero estas pequeñas cosas amontonadas en mi escritorio (una especie de pequeño rastro) le dan un calor especial a la estancia. Además es mi lugar de recogimiento y me gusta.

Se puede ser muy feliz con muy poco o mas bien con cosas de escaso valor material como estos objetos aparentemente inservibles o esa versión de "I'd Rather go Blind" cantada por Chicken Shack, que al menos habré pinchado una docena de veces a lo largo de esta noche.

Además me recuerda mucho su sonido a Peter Green en la primera época de Fleetwood Mac.

Ambigua frase que sirve para todo.

Extraño lugar perdido en la nada, un paseo rodeado de montañas donde lo mas parecido a la civilizacion es el mismo en mitad de la naturaleza salvaje.

Extraño a alguien mientras paseo por el mojandome, dejando que la lluvia me empape mientras hago la fotografia.

Extraño mes de Junio en que la temperatura ha bajado a doce grados Celsius y llueve como si fuera invierno.

No extraño el calor ni el sol en estos momentos que pienso en fantasmas a pesar de estar calado hasta los huesos mientras me acerco a la barandilla del fondo que deja ver todo el valle abajo aun muy verde a pesar de lo avanzado del mes.

Podria decir que es tan solo una fantasia, que no es natural poner un parque en mitad de ningun sitio. Pero por el contrario quizas es una genialidad, (seguro que no piensa eso cualquier ecologista mas o menos fundamentalista), pero yo me lo he encontrado. Y el silencio de la soledad solo roto por el chapoteo del agua al caer me lleva desde aqui a lugares por lo menos tan fantasticos pero inexistentes.

Ella, la lluvia, la musica y yo...

Luego vuelta a la realidad que no es muy de color de rosa actualmente y enumeración de por donde van los tiros que no van en absoluto por donde deberían. Pero eso ya casi todo el mundo cree que lo sabe por aquello de que te bombardean desde que enciendes la radio por la mañana y ves la TV por la tarde. Aunque eso que cuentan no es nada mas que la puntita del iceberg. Por eso a las siete cerré el ordenata y deje a mi compañero peleando con los números, que yo ya he tenido bastante sesión de realidad por hoy.

Mi hija pequeña es amante ferviente de las motos. Yo no tengo en absoluto vocación de carrocería, pero no me hubiera molestado esta tarde coger una y quemar asfalto sin rumbo fijo. Tan solo corriendo hacia el punto de fuga recibiendo a ratos los rayos del sol que tras un día de tormentas han dado las nubes un ratito de tregua.

Y respirar el aire limpio de la tarde y escuchar músicas que no pasan a pesar del tiempo.

No importa. Hace una brisa fría para las fechas que marca el calendario, pero la noche es limpia, llena de estrellas, de ruidos de insectos perezosos que aun no salen del todo haciendo de la noche un trajín secreto.

Me embobo. No mirando la luna como decía Elena. Simplemente porque esta noche debe ser noche de lunas nuevas. O que se yo por que.

Me embobo mirando las luces de esta noche y con mi cámara recreo paisajes nocturnos que P. Delvaux crearía de estar aquí ahora.

A la luz de un farol que se ha salvado a duras penas de las pedradas de los chicos que pululan a veces cuando el sol ya no esta por el lugar, abro el libro y leo intermitentemente para no perder ni un detalle del cambio de luces según se hace mas tarde.

Leo. Y siento que según avanzo en el relato que el protagonista le hace a su hija comienzo a encontrar ciertas imagenes que me empiezan a resultar demasiado familiares. Intuyo que derroteros va a tomar la acción ya que leí una de esas sinopsis que suelen aparecer en la publicidad del libro y no se si parar aquí o seguir leyendo. Pero es imposible, este hombre borda el texto y es imposible dejarlo.

Creo que es ya cansina mi cantinela sobre el tema a lo largo de mis blogs anteriores. No, no había oído y reconozco que es una herejía, hablar de este libro a pesar de la fama de su autor. Pero a su manera tiene cierto parecido el hecho de haber, yo, practicamente dejado de pintar cuando "aquella" se marcho.

Lo leeré, acabaré el relato. Y Se que voy a volver a pintar. Y esto sera lo que diferencie mi realidad de su ficción.

Era tarde, habían pasado bastantes horas desde que deje esas lineas en el post anterior y con los ojos tan llenos de noche, bella y clara de principios de junio, a pesar de ser noche sin lunas volví demasiado cansado para proseguir el relato que nunca fue ni se creo.

Así, la foto y la música mas o menos darían una idea de por donde iban los derroteros y los ánimos en mi caja de la música.

Si tengo tiempo luego vuelvo y escribo algo... Me voy a ver la luna.

Pasábamos muy cerca pero nunca se me ocurrió traerla a este lugar.

¿Y si aquella aciaga noche de aun casi verano hubiéramos estado aquí?

BEE GEES ~ RUN TO ME ~