1:52 de la madrugada y a pesar de ser Domingo, bueno en realidad ya Lunes, aún se podía ver animadas, algunas personas tomando copas o charlando en el pequeño pub de Triana. Así es que dejé la copa sobre la barra y tomándola del brazo...
-¡Vamos! Te voy a enseñar algo que te va a gustar.
Le dije. Y la lleve hasta un poco antes del puente sobre el Guadalquivir.
-No lo he dicho pero tiene unos ojos brillantisimos oscuros preciosos y un pelo fino y también muy brillante muy negro que le cae recordando a una de esas egipcias que se ven los jeroglíficos.
Era una noche maravillosamente brillante de luna llena aunque algunas nubes de vez en cuando pasaban delante de ella, y aunque el frío arreciaba por momentos, la magia estaba presente.
Se quedo unos instantes mirando el paisaje. Luego tomo su teléfono e intento hacer una foto.
Le brillaban aún más los ojos, si es que eso fuera posible y una sonrisa se dibujo en sus labios.
Después tomamos un taxi de la parada de enfrente, no sin antes tirar varias fotos y nos volvimos al hotel.
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Deseo
Gracias. Ginebra
Gracias Morgie.
gracias Sakk.
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2 comentarios:
Veo que Mi ciudad te regaló su cara más romántica y el embrujo con el que conquista el alma de todo el que la visita
Besos
La primera vez que vine, me habian hablado tanto de ella que me decepciono un poco. Pero la segunda te pilla, si, igual que Mozart. Te pilla y ya no puedes zafarte jamas.
Ahora creo que hay algo muy especial que flota en su aire que a pesar de no verse se siente.
Fueron horas felices.
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