. . . . . . . . . . . . . . . . . . . Deseo . . . . . . .

      El comentario que puse ayer en respuesta de los vuestros me ha traído una imagen que me quedo grabada, es curioso pero es la única que recuerdo tal y como paso, las otras seguramente tendría que pensarlo un rato para que me vinieran a la cabeza. Esta no, esta me viene directamente a los ojos. 

      Fue el día que nos casamos (entonces solía ocurrir). Recuerdo que fue un tanto alocado todo aquello y de pronto al otro lado de la mesa de los novios estaba con su vestido blanco así como uno de esos "Palabra de honor" pero con unas pequeñas tirantas que su madre se había empeñado en que llevara, para el caso, yo las hubiera cortado porque total....  De pronto me quede mirándola y fue cuando esa imagen se me quedo grabada. Sus ojos. Marrón claro (según la luz cambiaban de color) fue como si pasara un rayo de luz finísimo y por unos segundos se le volvieron transparentes. Algo como mágico, pero para un tipo de ciencias, todo tiene su explicación. Tan fácil como mover la cabeza y ya esta. El cambio de luz. Pero eso no impide que se me quedara esa imagen fija, mágica.

       Los he visto muchas veces cambiar de color, bueno, me gustan los ojos de las mujeres, entre otras cosas. 

      Ahora cuando me vaya a la cama ya estará durmiendo. Y mañana nos daremos los buenos días mientras vamos unos metros juntos a nuestros respectivos trabajos hasta llegar al cruce de calles donde seguramente nos daremos un beso corto que podría parecer mecánico, pero solo parecer. No hablaremos mucho. Y quizás ya no volveré a verla hasta la noche.

      Bueno. Así no reñiremos.