tony |
tony * |
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anoche había decidido que ya que lo mio no son las letras dejaría de escribir. Me bastan mis imagenes y mi música para decir lo que quiero en algún momento, aunque no descarto cuando este realmente jodido garabatear aunque no tenga mucho sentido mi caligrafía. Esto es un paréntesis.
Esta mañana cuando he llegado a mi mesa, como de costumbre no he abierto el correo electrónico. Que parece ser que es lo que suelen hacer mis compañeros normalmente antes de empezar el día.
Mas tarde lo he hecho también como siempre. Y el primer mail:
erik |
tony |
tony - nikon - s570 |
tony |
Primavera - oleo - tony |
t&ek |
No se pueden escuchar ciertas canciones a ciertas horas y sin embargo no la quitare.
Y es que fue muy parecido.
Ese que suele ser el que dicen que no se olvida nunca se termino un día. Y como al fin y al cabo la vida sigue y nunca se acaba ahí, vinieron otras aunque no se quedaban, seguramente porque no tenían que quedarse.
Al fin vino quien se quedaría. Y pasaron años. Y de pronto un día dejo de decir te quiero y a fuerza de no oírlo se me olvido decirlo a mi. Otro día de pronto o mas bien otra noche en la cama tarde de madrugada, volvió a decirlo, y siguió diciéndolo después ya de nuevo. Yo ya no fui capaz de decirlo
la imagen se la tome prestada a Barbra |
Yo en Zahara |
Cumulos by tony |
mi habitación |
tony |
Se reconoce hijo de una lluvia de otros mundos. Camina y mira al cielo, abstraído como un ciego. Es la claridad de medianoche que le abre los pies. Tiene un cierto aire de tristeza. El contador de estrellas pasea por las calles. Conoce el nombre de los más terribles dioses nocturnos. ¿Cuál es su rostro que al mirarlo no lo ves? Tiene el llanto del firmamento en los ojos. El contador de estrellas riega la ciudad. Con el agua clara de una cifra que no conoce. El contador de estrellas riega la ciudad. Con un solo numero que nunca habéis calculado. Los meridianos y los paralelos ha invertido. Ha roto mil telescopios de tanto mirar. Siente el vació de tantas noches sin espejos. Cuando las estrellas están ausentes. Pero volverá a contar estrellas para siempre. Entre las casas solitarias y sin luz. Sufre la fiebre de un deseo definitivo. Que va del cero al infinito. El Contador de estrellas riega la ciudad. Con el agua clara de una cifra que no conoce. El Contador de estrellas riega la ciudad. Con un solo numero que nunca habéis calculado. (Jaume Sisa) |
Esta es una de esas noches que me gusta perderme entre libros virtuales y trastiendas blogeras, teatrales y demás zarandajas que huelan a papel de libro viejo.
He desempolvado "El Rinoceronte", digo desempolvado porque la única vez que vi esa obra teatral fue en la tele en 1966 parece ser. Era tan joven que practicamente no me acuerdo de las imagenes y tan solo recuerdo a Jose Bodalo como poco a poco va convirtiéndose en un rinoceronte. Pero si recuerdo que me quedo prendida la historia y nunca se me ha ido del todo. Ahora he rescatado el libro y volveré a leerlo. Creo que Gene Wilder y Zero Mostel actuaron en la versión cinematográfica allá por 1974 mas o menos en una versión cinematográfica dirigida por Tom O'Horgan. Pero a mi lo que de verdad me gustaría es poder ver de nuevo aquel Estudio 1. Tarea difícil. Teatro del absurdo dicen. A mi me gusto a pesar de mi edad. Ya era un poco rarillo yo por entonces también. Bueno me siguen gustando esas cosas aun hoy.
tony |
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Sueños dorados
Hubo una vez un camino
Para volver a casa
Hubo una vez un camino
Para volver a casa
Duerme, querida, no llores
Que yo te arrullaré
Sueños dorados llenan tus ojos
Te despiertan sonrisas al levantarte
Duerme, cariño, no llores
Que yo te arrullaré
Hubo una vez un camino
Para volver a casa
Hubo una vez un camino
Para volver a casa
Duerme, querida, no llores
Que yo te arrullaré
tony |
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