. . . . . . . . . . . . . . . . . . . Deseo . . . . . . .

anoche había decidido que ya que lo mio no son las letras dejaría de escribir. Me bastan mis imagenes y mi música para decir  lo que quiero en algún momento, aunque no descarto cuando este realmente jodido garabatear aunque no tenga mucho sentido mi caligrafía. Esto es un paréntesis.


Esta mañana cuando he llegado a mi mesa, como de costumbre no he abierto el correo electrónico. Que parece  ser que es lo que suelen hacer mis compañeros normalmente antes de empezar el día.


Mas tarde lo he hecho también como siempre. Y el primer mail:

erik

Pienso aun un poco aturdido, pero sin en realidad enterarme del todo.

Al final "-" ha decidido bajarse del mundo en marcha. Siempre fue un poco bestia. Bastante bestia. Excesivo en todo seguramente. O quizás a lo mejor no. Y era la fachada que se veía.

Esta profesión nuestra es un poco fría y los sentimientos parecen ser un lastre poco conveniente. Al menos para llegar a algo medianamente aceptable.

Bueno como decía mi compañero al final del mail. ¡Que la tierra le sea leve!





Unas horas mas tarde, porque mi compañero de despacho me pregunto ¿Entonces le conocías?


- Claro era una reliquia como yo entre tanto yogurin como vosotros.


Entonces me han venido algunas experiencias propias (en tantos años he vivido alguna ya) desafortunadas que los buenos tiempos actuales habían solapado, pero que la verdad es que nunca se van y permanecen como un huésped larvado ahí. Y he vuelto  a sentirme igualmente jodido que  cuando sucedieron, y por lo que se ve el no ha podido con ellas al final.


Ya es mañana. Me voy... Mañana, hoy,  creo que seguiré sin escribir.